Aquel que canta a su
tierra,
rimando amor y volcanes,
merece bien que se
inflamen,
cantadores y poetas.
Y que la pasión que encierran,
los versos de los
juglares,
aproximen dos lugares,
que vibran por
malagueñas.
Tu alma lanzaroteña,
fraguada por mil volcanes,
rime versos que acompasen,
la de esta tinerfeña.
Sea nuestra voz enseña,
y al cielo un clamor se
alce,
pues nos sirve de acicate,
nuestro amor por esta
tierra.
©Luisa Chico