miércoles, 30 de mayo de 2018

Tenerife isla o mujer



Soy altiva y orgullosa.
A veces dura como las rocas de mis acantilados, 
otras blanda como la arena de mis playas.
Árida como la tierra del sur, 
o fértil como la del norte.
Cortante como las aristas de mis restos volcánicos,
o suave como la hierba que inunda mis campos.

Guardo en mi interior un volcán de amor y calor
que ruge con ansias de salir al exterior, 
de ver la luz del sol 
en lugar de esconderse en mis entrañas  
por miedo a herir a alguien.

Solo la aparente frialdad de las nieves
que me visitan de tiempo en tiempo,
logra aplacar mi ira, mi desespero,
y poco a poco, 
a fuerza de doblegarme,
me voy apagando, dejando de existir, 
y solo muy de tarde en tarde 
escucho un latido suave en mi interior, 
como queriendo advertirme que
la fuerza sigue ahí, 
esperando.

Mis hermanas me envidian o dicen envidiarme.
Me imitan  o dicen imitarme.
Me admiran o dicen admirarme.
Me ven fuerte y bella,
con la cabeza alta, 
siempre mirando al cielo.

No son capaces de ver el temblor de mis entrañas, 
el fuego que corre por mis venas, 
provocándome más de un susto; 
el frío que hiela mi soledad altiva,
el temor que siento ante un posible rechazo de los míos 
si no soy capaz de darles lo que desean: 
Fuerza, bienestar, serenidad y paz.

Pero eso solo lo sé yo,
nadie debe conocer nunca
las debilidades de esta isla 
perdida en mitad del Atlántico
y a la que, a veces, golpean las olas sin piedad.

©Luisa Chico

miércoles, 17 de mayo de 2017

El canario


 
(Fotos de José Lantigua y Marianne de Eli bailando el Canario en la presentación en Las Palmas de mi poemario "Burbuja vital")

Dicen que el canario fue
rey en Cortes europeas.
Dicen que el canario fue
danza que a damas corteja.

Cuentan las leyendas vivas
que surgiera de los pies,
de aquellos que cautivaron
para venderlos después.

Que un sevillano vidente
quiso ver en esos pasos,
la esencia viva y caliente
del canario secuestrado.

Corría el siglo dieciséis,
cuando tuvieron noticias,
de aquellos pasos candentes,
que nueva danza propician.

Y en las Cortes europeas
se bailaba ya el canario,
sobre todo en la francesa
con denuedo y sin agravios.

Y daba igual que sonara
compás binario o terciario,
los cortesanos danzaban
al compás de los canarios.

Zapatean los caballeros
bajo la atenta mirada,
de las damas que cortejan
y resultan encantadas.

Cuantos amores surgidos
tras la danza cortesana,
cuanto amor bajo el hechizo

de la esencia de Canarias.

©Luisa Chico

martes, 3 de mayo de 2016

Cruces de mayo en Santa Cruz

Tradicionalmente cada 3 de Mayo se celebra el Día de la Cruz en Santa Cruz de Tenerife, donde sus calles, ramblas y paseos principales, así como los barrios que conforman el municipio son adornadas con maravillosas cruces, principalmente, pero también de otros elementos. Las mismas están realizadas por asociaciones de vecinos, amigos y alumnos de colegios. Cada año se incorporan más jóvenes que sorprenden por su imaginación y sensibilidad a la hora de reutilizar los compones que se emplean, dando un resultado realmente admirable.

  

  

Algo de historia
Santa Cruz de Tenerife, capital de la isla de Tenerife, fue fundada el 3 de mayo de 1494 como real de conquista, fue entre 1833 y 1927 la única capital de Canarias (siendo de este modo la única ciudad canaria que ha ostentado tal título de manera oficial), hasta que en 1927 un decreto establece que se comparta la capitalidad del archipiélago con Las Palmas de Gran Canaria.
El escudo y sus cruces
El escudo de Santa Cruz de Tenerife fue concedido por el rey Carlos IV por Real Cédula de 28 de agosto de 1803, siendo su descripción: «De oro, una cruz de Santiago de gules, cargada con una cruz latina de sinople. En punta, tres cabezas de león de sable puestas dos y una, la central atravesada por la punta de la cruz de Santiago. Bordura de azur ondeada de plata, cargada, en el jefe, de una isla, y en el resto de tres castillos alternados con cuatro anclas, todo de plata. Al timbre, corona real cerrada. Bajo la punta, la Cruz de Primera Clase de la Orden de Beneficiencia.»
El escudo posee los elementos característicos de la Muy Leal, Noble, Invicta y Muy Benéfica Ciudad, Puerto y Plaza de Santa Cruz de Santiago de Tenerife. Curiosamente, no es cuadrado ni con forma de escudo, sino oval. En un fondo azul con anclas y castillos posee una cruz verde, símbolo de la Cruz de la Fundación, que da nombre a la ciudad. Detrás de la cruz aparece una cruz de Santiago en rojo, por ser el día de Santiago cuando la ciudad venció a Horacio Nelson. Bajo esta cruz aparecen tres cabezas de león mirando a la derecha del escudo, lo que simboliza la victoria de la ciudad sobre el almirante Nelson y los corsarios ingleses Blake y Jennings. Posee castillos, anclas y una isla de plata. Además ostenta la Cruz de la Orden Civil de la Beneficencia y la Corona Real. La corona de laurel que rodea al escudo es el símbolo de la victoria de la ciudad ante todos y cada uno de los ataques sufridos. (Wikipedia)

«Cruz de mayo»

Cruz de mayo, primavera,
floreces en mil colores,
eres tú santacrucera
y adornada con mil flores.

Cruz de mayo, zalamera
que adornas nuestros balcones,
plazas, ramblas, jardineras…
animando corazones.

Cruz de mayo, mensajera
hablas de luz y amores,
alegre, altiva, señera,
adornada de primores.

Cruz de mayo, cumpleañera,
con muchos cientos de albores,
de chicharros compañera,
por siempre entre las mejores.

©Luisa Chico

Cruces de mayo con flores Santa Cruz 2016

  

  

  

  

  

  

  



domingo, 1 de mayo de 2016

Bailadora embarazada

Hoy quiero cantarte a ti mujer embarazada que pronto serás madre.
A ti que soportas cada minuto del día el peso del ser que crece en tu vientre sin importar si ello te rompe la espalda, las piernas, los brazos o cada fibra de tu cuerpo.
Muy pronto, un día como hoy, alguien te felicitará por ser madre, y ese gesto acompañado de un regalo, de una sonrisa, de un abrazo o de una simple felicitación por wassap contribuirá a compensar cada minuto del dolor que sientes ahora.
Pero mi felicitación especial de hoy quiero que sea para las bailadoras canarias. Esas que, extremando los cuidados para que nada pueda dañar a su bebé, se mantienen al pie del cañón y bailan isas y folías mientras sus cuerpos aumentan de volumen sin importarles el cansancio añadido por su estado.
Yo nunca bailé embarazada, pero me imagino lo que se debe sentir al transmitir nuestra tradición aún antes de que ese ser vea la luz o la inmensidad del mar que nos rodea. Y lo sé porque lo vi en los ojos de muchas alumnas y compañeras mientras bailaban sacando fuerzas de flaqueza pero sin rendirse nunca hasta las últimas semanas de gestación.
Hoy mi homenaje del Día de las madres las incluye, como no podría ser de otra forma, en esta celebración especial de primer domingo de mayo. Por eso he compuesto este poema para ellas. ¡Felicidades a ustedes también madres primerizas y bailadoras!

Madre bailadora

Madre canaria que bailas
llevando vida en tu vientre,
siente el orgullo de ser
la tierra de tu simiente. 
Alza los brazos al cielo,
gira con cuidado siempre,
que no te pesen los pies

pues transmites lo que sientes.
A ese ser que en tus entrañas
está ansiando poder verte
cuando giras dando vida
también a lo que trasciende.
Nota ese fuerte latido
que se funde contundente,
con el de tu corazón,
la tradición incipiente.

©Luisa Chico



jueves, 18 de febrero de 2016

Rimas y voces isleñas

Aquel que canta a su tierra,
rimando amor y volcanes,
merece bien que se inflamen,
cantadores y poetas.

Y que la pasión que encierran,
los versos de los juglares,
aproximen dos lugares,
que vibran por malagueñas.

Tu alma lanzaroteña,
fraguada por mil volcanes,
rime versos que acompasen,
la de esta tinerfeña.

Sea nuestra voz enseña,
y al cielo un clamor se alce,
pues nos sirve de acicate,
nuestro amor por esta tierra.
©Luisa Chico




viernes, 12 de febrero de 2016

Sintiendo a Canarias

 Sentir la tierra canaria
es privilegio divino,
elevado a la plegaria
que la aleje del olvido.
 
Impregnarse de salitre…
que te despeine el Alisio,
que te bañe con su espuma
ese Atlántico tan vivo.
 
Que el verde de sus montañas
de laurisilva y de pino
arrope camino y sueños
al calor de los amigos. 

Y que la arena caliente
tu corazón aterido
con el fuego del volcán
en sus entrañas dormido.

Sentir tan dentro a Canarias… es privilegio divino.

© Fotos y poema: Luisa Chico

martes, 2 de febrero de 2016

2 de febrero

Como no podía ser de otra forma mi soplo de poesía de hoy 
es una plegaria a la Virgen de Candelaría en el día de la 
Patrona.
                                                                      2 de febrero
Gozoso fuera aquel día,
¡bendito dos de febrero!
en que la Virgen maría
visitó al candelariero.
Quedó por siempre prendida
a la orilla, bajo el cielo,
acariciada en espuma
cual abrazo placentero.
María de la Candelaria
fue el nombre que le pusieron,
desde el siglo diecinueve
patrona de mis senderos.
Hoy le imploro por sus gentes,
los que tanto la quisieron,
peregrinos de su altar
en el que buscan consuelo.

                                    © Luisa Chico

lunes, 18 de enero de 2016

Bailadora

Si te sientes bailadora
sabrás bien de lo que hablo,
cuando digo que la danza
es un invento del diablo.

Se cuela sin darte cuenta,
todo en tu vida apartando,
y se convierte en sustento
de tu respirar a diario.

Corre rauda por tus venas
a tu sangre calentando,
hasta llegar a tus pies
que sientes como volando.

Convierte todo tu cuerpo
en clamor temido, ansiado,
cada músculo sintiendo
la savia que te inculcaron.

Si ya eres bailadora
llegan tarde mis reparos,
sigue girando en el tiempo

sabes bien de lo que hablo.

© Luisa Chico

sábado, 13 de junio de 2015

Los 9 menceyes guanches de Tenerife

Al hilo de un trabajo de recopilación de archivos fotográficos de mi autoría encontré hoy las fotos que en su día tomé a las esculturas de los nueve menceyes guanches que custodian la basílica de nuestra señora de Candelaria en Tenerife.
Al verlos sentí la necesidad de refrescar mis recuerdos sobre quien era cada uno de ellos y me adentré en la red sin pensarlo dos veces, producto de ese paseo virtual que he dado hoy desde mi taro dejo aquí algo de la información leída, puesto que imagino que a muchas personas nos pasa lo mismo que a mi, somos casi analfabetos cuando se trata de la historia de nuestra tierra. Ojala la simple lectura que hoy comparto con ustedes anime a alguien a bucear en busca de ampliar esas informaciones y a conocer un poco más nuestro legado cultural.

Los 9 menceyes guanches de Tenerife


Acaimo

Acaimo o Acaymo, llamado por el poeta-historiador Antonio de Viana Acaymo Daniaga,1 fue un líderguanche, mencey del menceyato de Tacoronte, en la isla de Tenerife (Canarias), al tiempo de la llegada de los conquistadores europeos en el siglo xv.
Según algunos investigadores, el término podría traducirse por 'negro', 'moreno'  bien por 'disminuido', 'encogido'.

Biografía

Según Antonio de Viana, Acaimo y Beneharo habían estado en guerra con el mencey Bencomo de Taoro durante más de treinta años a causa de haberse casado este con Hañagua, a quien también habían pretendido los caudillos de Tacoronte y Anaga, haciendo las paces poco antes de la llegada del ejército conquistador al mando de Alonso Fernández de Lugo en 1494.
Durante la conquista, Acaimo se confederó con el mencey Bencomo para rechazar la invasión, participando activamente en los enfrentamientos sucesivos, algunos de los cuales tuvieron lugar en su propio menceyato (primera batalla de Acentejo). Finalmente, en la primavera de 1496 tras las sucesivas derrotas y la pérdida de los principales cuadillos guanches (Bencomo, Tinguaro y Bentor), Acaimo rindió su menceyato a Alonso Fernández de Lugo en el acto de sumisión conocido como Paz de Los Realejos. Poco después fue llevado a la Península por el capitán conquistador junto a otros seis menceyes para ser presentados en la corte de los Reyes Católicos.
No se conocen más datos sobre su destino, creyendo algunos historiadores que podría haber sido hecho esclavo al haber pertenecido a un bando de guerra, mientras que otros creen que, bajo el amparo de los reyes, pudo quedar en libertad y bajo tutela, aunque lejos de la isla. También cabe la posibilidad que fuera el mencey que los Reyes Católicos regalaron a la República de Venecia en 1496.

Acaimo de Güímar

Según el historiador Fray Alonso de Espinosa, también se llamó Acaimo el primer mencey de Güímar, hijo del último mencey absoluto de Tenerife, quien se hizo con el bando sureño tras la división de la isla en nueve menceyatos.
Este fue el mencey de Güímar cuando tuvo lugar la aparición de la Virgen de Candelaria a dos pastores guanches aproximadamente en 1390.
http://es.wikipedia.org/wiki/Acaimo

Adjoña
Adjoña, también escrito Adxoña o Atxoña, fue un caudillo guanche, de Abona en tiempos de la conquista de Tenerife en el siglo xv.
Su nombre significa, según algunos investigadores, 'hombre muy fuerte u orgulloso'. 

Biografía

Adjoña vivía normalmente en Vilaflor, en el territorio de Abona aunque el historiador Juan Bethencourt Alfonso indica que la residencia del mencey estaba situada en la zona de la moderna población de El Río, en Arico.
Hacia 1490 Adjoña firmó paces con el gobernador de Gran Canaria Pedro de Vera, ratificando el acuerdo con Alonso Fernández de Lugo en 1494 poco después de su primer desembarco, convirtiendo así a su menceyato en bando de paces durante la conquista. Finalizada esta, Adjoña fue llevado a la Península por Lugo para ser presentado ante los Reyes Católicos junto con el resto de menceyes. Como mencey de un bando de paces, retornó a Tenerife, donde se integraría en la nueva sociedad, muriendo antes de 1507.
http://es.wikipedia.org/wiki/Adjo%C3%B1a 

Añaterve
Añaterve era el caudillo guanche del Menceyato de Güímar, en la isla de Tenerife (Canarias), al tiempo de la conquista de la isla por los europeos en el siglo XV.
Algunos investigadores traducen este nombre por 'rápido, ligero', mientras que otros lo hacen por 'el moreno'. 

Biografía

Añaterve, en cuyo territorio se había llevado a cabo una importante misión evangelizadora desde mediados del siglo XV, fue el primer mencey en pactar paces con los europeos, convirtiéndose así su territorio en bando de paces. El acuerdo de paz fue firmado con el gobernador de Gran Canaria Pedro de Vera con anterioridad a 1490, siendo rápidamente ratificado por el mencey con Alonso Fernández de Lugo en 1494 poco después del primer desembarco del ejército conquistador. El mencey de Güímar colaboró activamente con los conquistadores, aportando tropas auxiliares y avituallamiento durante toda la campaña. Finalizada la conquista en 1496, Añaterve fue llevado, junto a otros seis menceyes, a la Península por Alonso Fernández de Lugo para ser presentado ante los Reyes Católicos. Luego retornó a Tenerife, donde se integró en la nueva sociedad, sin que se tengan más noticias sobre su destino.
http://es.wikipedia.org/wiki/A%C3%B1aterve

Bencomo
Bencomo, escrito también como Benitomo o Benchomo (De *we-n-ytum > benchom, conj. det. m. fig. ‘ambicioso’.), fue un líder guanche del menceyato de Taoro en el siglo xv, protagonista de los acontecimientos de la conquista europea de Tenerife al dirigir la resistencia isleña. Era el mencey más poderoso de la isla, siendo tratado por los europeos con el apelativo de Gran Rey y por los guanches de quebehí, 'alteza'. 
El origen del nombre 'Bencomo' se supone en una posible lectura errada que consideró la versión original 'Benchomo' como un cultismo latino (ch > k/c, como se usaba en términos latino-helénicos en el castellano medieval). 

Biografía

Para el historiador Tomás Arias Marín de Cubas, Benchomo tenía al morir «casi o más de setenta años», por lo que su nacimiento se produjo en torno al año 1425.
En el momento que precede a la conquista, la isla de Tenerife se hallaba en un conflicto entre los distintos menceyatos. Benchomo pretendía constituir un poder hegemónico en toda la isla, lo que produjo un enfrentamiento con los menceyatos del sur, de menor riqueza ecológica. La presencia europea en las islas había ido acelerando un proceso de progresiva complejización en la organización del poder, tendente a una mayor jerarquización.
A la llegada del ejército conquistador al mando de Alonso Fernández de Lugo en mayo de 1494, Benchomo se aprestó a rechazar la invasión desde un primer momento. Poco después del desembarco en Añaza, Lugo se desplazó a la Laguna, donde lo esperaba el mencey de Taoro con numerosos guerreros. Allí se entabló parlamento, ofreciendo Lugo, según algunos historiadores, amistad, conversión al cristianismo y sometimiento a los Reyes de Castilla. Benchomo aceptó lo primero, se extrañó de lo segundo y se ofendió por lo tercero, resultando enemigas ambas partes. Benchomo se retiró a su territorio, donde recabó la ayuda de los demás menceyes de la isla, uniéndosele los de TeguesteTacoronteIcod y Daute, formando así los bandos de guerra.
Benchomo dirigiría en persona los enfrentamientos consiguientes, destacándose la conocida como Matanza de Acentejo a finales de ese mes de mayo. El mencey planeó cercar a los castellanos en el barranco de Acentejo, enviando a su hermano Tinguaro con trescientos guerreros por los altos de la zona para partir el ejército conquistador en dos, estando él mismo al frente del grueso de las fuerzas guanches que atacarían la vanguardia. De esta batalla resultaron terriblemente derrotados los conquistadores, teniendo Lugo que retirarse de la isla.
En 1495 regresan los conquistadores, y Benchomo vuelve a reunir sus fuerzas para enfrentarse nuevamente a la invasión. El 14 de noviembre tuvo lugar la conocida como batalla de la Laguna. Según los historiadores, Benchomo, crecido por la anterior victoria, planteó hacer frente a los conquistadores en las llanuras próximas a la Laguna, enviando a su vez a trescientos o cuatrocientos guerreros inadvertidamente hacia Añaza por el barranco de Tahodio para que cortaran la retirada de las tropas castellanas. El mencey ordenó entonces sus fuerzas en tres partes: el centro, dirigido por él mismo, el ala derecha, por Acaimo de Tacoronte, y el ala izquierda por Tinguaro.
Después de horas de refriega, se impusieron los conquistadores, resultando malherido el propio mencey Benchomo, que moriría en el campo de batalla. Sin embargo, su muerte y la de su hermano Tinguaro se superponen en algunos historiadores e igualmente se pone en duda el nombre del soldado responsable de su caída. El fraile-historiador Alonso de Espinosa cita al respecto:
«Entre otros peleó ese día valentísimamente el rey de Taoro, porque con una alabarda, dicen se defendió de siete hombres de a caballo, y al cabo se escapó dentre ellos y se subió por la cuesta de San Roque. Mas aunque destos se escapó, no pudo escaparse de un fulano de Buendía, que sin conocerlo ni saber que era rey (aunque él en su lengua se lo decía ser el Mencey, que es rey), como no lo entendiese, no le valió su reinado, que le pasó con la lanza en un barranquillo estrecho, do quedó...»
Historia de Nuestra Señora de Candelaria. Fray Alonso de Espinosa.
Tras la muerte de Benchomo, los supervivientes eligieron a su hijo Bentor como mencey de Taoro y líder de la resistencia.
http://es.wikipedia.org/wiki/Bencomo

Beneharo
Beneharo fue un caudillo guanchemencey de Anaga durante los acontecimientos de la conquista de Tenerife en el siglo XV.
Aunque historiadores modernos creen que el nombre fue inventado por el poeta Antonio de Viana, algunos investigadores lo traducen como 'viejo'.

Biografía

Según las fuentes contemporáneas, las moradas del mencey de Anaga se encontraban en las cuevas de Aguaite, en Los Campitos, así como en el valle de San Andrés.
El mencey Beneharo pactó paces en 1492 con Lope de Salazar, quien había sido enviado por el gobernador de Gran Canaria Francisco Maldonado. Sin embargo, a la llegada de Alonso Fernández de Lugo en 1494 hubo de enviar el conquistador a Fernando Guanarteme a concertar nuevas paces, pues pocos meses antes se había cometido una incursión esclavista en Anaga, haciendo que el mencey retirara su apoyo a los europeos. Gracias a las negociaciones del antiguo guanarteme de Gáldar, y a que Alonso había traído consigo a los guanches esclavizados, Beneharo renovó las paces, manteniendo una actitud de neutralidad durante la campaña militar.
Concluida la conquista, Beneharo fue llevado a la Península por Alonso Fernández de Lugo para ser presentado ante los Reyes Católicos junto con el resto de menceyes. Retornó luego a Tenerife, pero fue desterrado en 1497 a la isla de Gran Canaria por mandato real, estableciéndose en Arguineguín junto a un nutrido grupo de guanches de Anaga (entre los que se encontraban dos de sus hijos), que continuaron manteniendo su estilo de vida tradicional a pesar de las quejas de sus vecinos. El mencey presentó quejas a la Corte contra Alonso Fernández de Lugo a raíz de que este no le dejó llevarse sus ganados y a dos esclavos (parientes suyos que previamente había comprado al propio Lugo) a Gran Canaria. El mencey volvería a Tenerife años más tarde, pues aparece como testigo de varios actos protocolarios entre 1522 y 1525.
http://es.wikipedia.org/wiki/Beneharo

Pelinor
Pelinor ('luchador'1 o 'el más que brilla', 'el que sobrepasa el resplandor' era el mencey de Adeje durante la conquista de Tenerife en el siglo XV.
Otros autores creen que el nombre original, de verdadera procedencia guanche se pronunciaba "Belinor", pero se cometió algún error al transcripción.

Biografía

Junto a los menceyes de Abona y Güímar, Pelinor pactó paces hacia 1490 con Pedro de Vera, gobernador de Gran Canaria, ratificándolas con Alonso Fernández de Lugo al inicio de la conquista en 1494. Una vez dada por concluida la contienda, Pelinor fue el único mencey que no fue llevado a la Península para ser presentado ante los Reyes Católicos.
Como mencey de bando de paces que apoyó activamente a los conquistadores, fue ampliamente recompensado por el nuevo Adelantado.4 Recibió en repartimiento todo el valle de Masca, así como 30 fanegas de tierra con aguas en el «río de Chasna» (valle de San Lorenzo) y otras 100 en el valle de Santiago, ambos lotes en sus antiguos dominios de Adeje.5 Además, los genealogistas consideran que se le concedió un escudo de armas.
Sin embargo, esta condición de guanche de las paces no lo libró de sufrir injusticias por parte de los conquistadores. Hacia 1499 una hija del mencey fue forzada por el teniente de gobernador Jerónimo de Valdés, sobrino de Alonso Fernández de Lugo, y hacia 1504 Pelinor elevó quejas a la Corte a causa de ganados que le había robado el Adelantado. En 1508 la Corona condenó a Alonso de Lugo a pagar 40.000 maravedís a los hijos del mencey.
Pelinor murió hacia 1505.
El historiador Juan Bethencourt Alfonso aporta otros datos sobre el mencey, indicando que estaba muy considerado por los conquistadores, que había fijado su residencia en Masca después de la conquista, y que posiblemente muriera en Berbería en una de las entradas organizadas por Alonso Fernández de Lugo.
http://es.wikipedia.org/wiki/Pelinor


Pelicar
Pelicar, también escrito como Pellicar o Belicar, fue un caudillo guanche que dirigió el menceyato de Icod, en la isla de Tenerife, a la llegada de los conquistadores castellanos en el siglo XV.
Su nombre puede significar, según algunos investigadores, 'morueco fuerte' o bien 'hombre vago, desidioso'.

Biografía

Pelicar se unió al mencey de TaoroBencomo, para repeler la invasión castellana en 1494, incluyéndose su menceyato en los bandos de guerra. Sin embargo, algunos historiadores como Viera y Clavijo indican que Pelicar no se alió con Bencomo, pues desconfiaba de las ambiciones de este. Finalmente, tras las sucesivas derrotas y la pérdida de los principales cuadillos guanches (BencomoTinguaro y Bentor), el mencey de Icod se rindió en 1496, sometiéndose a los conquistadores en el acto conocido como Paz de Los Realejos.
Pelicar fue llevado a la corte de los Reyes Católicos por Alonso Fernández de Lugo junto a otros seis menceyes para ser presentados ante los monarcas. Ya en la corte, Pelicar fue vendido como esclavo de manera injusta por el mayordomo real Pedro Patiño, al que había sido entregado para que fuera su tutor, siendo liberado por mandato regio poco después. No se conoce el destino último del mencey, salvo que terminó sus días posiblemente en Sevilla como hombre libre.
http://es.wikipedia.org/wiki/Pelicar

Romen
Romen era el nombre del mencey de Daute durante la conquista de Tenerife en el siglo XV, aunque hay que destacar que muchos historiadores modernos consideran que este nombre fue inventado por Antonio de Viana para su poema La Conquista de Tenerife.

Biografía

A la llegada de Alonso Fernández de Lugo en 1494, Romen se alió con el mencey Bencomo en contra de la invasión castellana, siendo su menceyato uno de los bandos de guerra. No obstante, algunos historiadores, basados en Viana, aluden a que rehusó aliarse con Bencomo por no querer someterse a que el mencey de Taoro dirigiese al resto en la contienda. Por su parte, Viera y Clavijo indica que Romen no quiso aliarse con Bencomo por creer lejanos sus dominios del peligro de los conquistadores. Finalmente, tras las sucesivas derrotas y la pérdida de los principales cuadillos guanches (BencomoTinguaro y Bentor), Romen rindió su territorio en la primavera de 1496 en el acto conocido como Paz de Los Realejos. Tras la rendición, Romen fue llevado a la corte para ser presentado a los Reyes Católicos.
Se desconoce su final, aunque al haber pertenecido a un bando de guerra cabe la posibilidad de que fuera reducido a esclavitud, siendo posible también que fuera el mencey regalado a la República de Venecia por los Reyes. Otros autores creen que, aunque perteneciente a un bando de guerra, bien pudo quedar en libertad, bajo tutela y lejos de la isla.
http://es.wikipedia.org/wiki/Romen
Acaimo
Tegueste I fue el antepenúltimo mencey del antiguo menceyato de Tegueste.

Biografía

Tegueste I nació en Tenerife, probablemente en algún momento de la segunda mitad del siglo XIV.
Según algunas fuentes era el octavo hijo del mencey Tinerfe, “El Grande”. Tinerfe dividió originalmente Tenerife entre ocho de sus hijos, dejando fuera de la repartición a dos de sus hijos más pequeños: Tegueste y Aguahuco (padre de Zebensui). Sin embargo, probablemente debido a que estos dos fueron los únicos de sus hijos que rindieron pleito homenaje a su hijo Betzenuriya (el primero que, en poco tiempo, heredaría un territorio en la isla), la casa real de Taoro los recompensó entregándoles las provincias de Tegueste y Punta del Hidalgo respectivamente.
Según otras, sin embargo, Tegueste era, en realidad, hijo de Aguahuco. Aguahuco habría recibido el menceyato de “Punta del Hidalgo” de su padre. Tras su muerte, él cedió el territorio a su hijo Zebensui, dejando a Tegueste desheredado. Tegueste habría conseguido el menceyato que hoy lleva su nombre tras casarse con su mujer. Si esto fuese cierto, habría sido ella la hija de Tinerfe.
No se conocen luchas por su parte durante la conquista castellana, sin embargo, sí se sabe que él fue uno de los menceyes que estuvo en la conferencia del Tagoror con Diego de Herrera en 1464, que dio permiso al conquistador para establecerse en Tenerife. Después de la conquista castellana, Tegueste fue bautizado como Juan Tegueste.
http://es.wikipedia.org/wiki/Tegueste_(Mencey)